BIOMAS: Son ecosistemas que se desarrollan sobre una gran extensión de superficie del planeta en función de las condiciones climáticas del lugar. El régimen de precipitaciones y temperaturas depende de la latitud, longitud y altitud de la zona. Dichos parámetros de manera natural han generado los diversos y bellos biomas terrestres.
El ser humano está modificando el clima y por tanto, todos los biomas (temperaturas, precipitaciones...). La fauna y la flora se ven obligados a adaptarse o extinguirse a un ritmo demasiado acelerado y nosotros somos una especie más.
ZONAS POLARES: Estos biomas se caracterizan por un clima extremadamente frío y con precipitaciones en forma de nieve. En el ártico encontramos osos polares, focas, morsas y zorros árticos. En la antártida habitan numerosas especies de pingüinos y ballenas. En ambos polos existen además numerosas especies de peces.
TUNDRA: Se caracteriza por un clima frío y con precipitaciones en forma de nieve permanentes en invierno. La vegetación está formanda por montículos de cesped (musgo, hierbas y arbustos) sobre suelos que se generan por fenómenos de gelifracción. Se congelan o descongelan capas del suelo dando lugar al mollisuelo en la parte superior y al permafrost en la inferior. La fauna característica son los renos, caribús , liebres, ánsares, ánades...
TAIGA o BOSQUE DE CONÍFERAS: Se caracteriza por un clima de transición entre el nórdico templado y el clima ártico o polar. Los inviernos son largos y fríos mientras que los veranos son cortos y frescos. La vegetación está formanda por coníferas (pinos, abetos...) mezcladas con abedules y álamos temblones. La fauna característica son los alces, osos pardos, lobos...
PRADERA: Este bioma es similar a la estepa y a la sabana pero se sitúa a mayor latitud. Su clima es intermedio entre el semiárido y el templado. La vegetación típica está formada por extensas praderas de herbáceas. La fauna en las praderas norteamericanas está formada por numerosos herbívoros (bisonte, liebre, conejo...) así como diversas especies de aves (aguilas...) y mamíferos (ardillas de las praderas, zorros...).
BOSQUE CADUCIFOLIO: Se sitúa a latitudes superiores al bosque esclerófilo en zonas con clima templados. Estos climas se caracterizan por cuatro estaciones muy marcadas. En las zonas cercanas a la costa las temperaturas son más suaves que en el interior continental. La vegetación dominante son árboles de hoja caduca (robles, hayas...) que pierden la hoja durante los fríos inviernos. La fauna está muy adaptada al frío del invierno y destacan el oso pardo, lobo ibérico, urogallo, jabalíes...
BOSQUE ESCLERÓFILO: Se trata del bosque típico de la zona de clima mediterráneo. Estos climas se caracterizan por unos veranos cálidos y secos y unos inviernos templados y húmedos. La vegetación se caracteriza por plantas anuales como las amapolas, un estrato arbustivo con jaras, escobas, cantueso...y el estrato arbóreo de quercíneas (encina, alcornoque...). La fauna es muy variada: ciervos, jabalíes, cerdo ibérico, conejos, roedores, rapaces diurnas y nocturnas así como carroñeros (buitres, alimoches...).
DESIERTO: Se caracteriza por un clima árido con precipitaciones anuales inferiores a 250 mm y temperaturas tan elevadas que la evaporación es mayor a la precipitación. Las variaciones térmicas diarias son enormes. La mayoría de los desiertos del planeta se sitúan en torno a los 30º de Latitud. La vegetación típica del desierto está formada por cactáceas aunque cuando llueve crecen de repente diversas herbáceas anuales que completan su ciclo vital en pocos meses. La fauna característica está formada por camellos, dromedarios, orix así como reptiles y diversos artrópodos.
SABANA: Este bioma lo encontramos entre los trópicos y el ecuador. El clima en estas latitudes es semiárido con precipitaciones anuales medias entre los 250 y 750 mm y temperaturas cálidas. En estas zonas existe una estación seca y otra húmeda. La vegetación típica está formada por extensas praderas de herbáceas y zonas con estrato arbustivo y arbóreo (acacias...). La fauna es numerosa y variada con herbívoros (gacelas, cebras, ñus, búfalos, girafas...), carnívoros (leones, leopardos, guepardos...) y carroñeros (buitres...).
ESTEPA: Se trata de una pradera semiárida con clima similar al de la sabana aunque algo más seco y cálido. La vegetación típica es de tipo herbáceo (gramíneas...) y arbustivo (plantas espinosas). En las estepas australianas la fauna típica está formada por marsupiales como el canguro. En otras zonas del planeta encontramos antílopes, caballos, águilas, grullas, avutardas, perdices...
MONTAÑA: Se caracteriza por un clima de tipo alpino debido a la mayor altitud con respecto a los valles. Las temperaturas son más bajas, los vientos más fuertes, las precipitaciones más abundantes, el nivel de oxígeno menor y la exposición a los rayos UV mayor. La vegetación varía según la altitud pues en las zonas más altas sólo hay estrato herbáceo (prados alpinos) mientras que un poco más abajo aparecen coníferas (abetos...). La fauna característica son las cabras montesas, osos pardos, lobos, águilas reales, quebrantahuesos...
SELVA ECUATORIAL: Se caracteriza por un clima cálido y húmedo. Se trata de zonas situadas entre los trópicos y el ecuador. La luz, el calor y la lluvia constantes a lo largo de todo el año favorecen el crecimiento de una vegetación exuberante. En la capa superior están los árboles más altos y bajo ellos otra capa formada por las copas de árboles de menor porte, más abajo aún se sitúa la oscura y espesa capa de vegetación inferior sobre el húmedo suelo. La fauna es muy diversa: Jaguares, guacamayas, monos, anfibios, arácnidos, insectos y reptiles, muchos de ellos venenosos.